“Guadalupe me contó que riquelme le agarró la mano y se la colocó en
las partes genitales”
Fueron las palabras de Julieta Tesntracoste, testigo que declaró el
día de hoy. Además, prestó declaración Humberto Núñez, presunto padre de la menor.
En
horas de la mañana del día de hoy, el Tribunal de la Cámara Penal Nº 2
de la Ciudad de
San Luis, dio continuidad al debate oral en la causa “Riquelme Miguel Ángel, Videla Dora Alejandra – Difalco Guadalupe Rebeca
(Damnf.) – Homicidio” glosada al expediente: “Difalco Débora Catalina- Abandono de persona agravada por el vínculo y
el resultado”. En donde se investiga el crimen de la menor Guadalupe Di Falco,
quien falleció como consecuencia de haber sufrido golpes en el cráneo y en todo
su cuerpo.
En
esta oportunidad, declararon: Humberto Núñez –presunto padre de Guadalupe-, y
Julieta Lourdes Tesntracoste –quien vivió en la casa de los imputados-. Cabe
aclarar que, para el día de hoy también estaba citada la madre de Débora Di
Falco, -Graciela Di Falco-, y la hermana de Miguel Riquelme, -Marta Cabral-,
quienes no se presentaron a prestar declaración.
Llamada
a declarar la Sra.
Tentracoste, afirmó que en el año 2010, habiendo arribado de
Mendoza, vivió 21 días, junto a su pareja, en la casa de Riquelme y Videla.
Sostuvo que conoció a los imputados en la feria de ropa, y que éstos les
ofrecieron alquilarles un cuarto en su vivienda, a cambio de que ella cuidara a
los menores, y su pareja ayudara a Riquelme en tareas metalúrgicas. Pero, al
poco tiempo decidieron irse porque “a Guadalupe la maltrataban mucho
psicológicamente, la retaban todo el tiempo y a veces no le daban de comer”, y
que “le decían constantemente que no servía para nada y que su madre la había
abandonado”. Preguntada por el tribunal sobre la autoría de este maltrato, la
testigo sostuvo que era por parte de los dos. “Una vez me quedé sola con
Guadalupe, y ella me pidió que si me iba la llevara conmigo”, afirmó. Además, sostuvo
que pudo ver que tenía muy lastimada las manos y la boca, y que cuando le
preguntó, ésta le dijo que se los hacía ella porque “estaba nerviosa y no tenía
a su mamá”. Dos días antes del fallecimiento de Guadalupe, alrededor de las 3
de la mañana, declaró que la encontró tirada en el piso, inconsciente. Ante
ello, llamó a su pareja y le hicieron respiración boca a boca, hasta que
reaccionó. Luego, Videla y Riquelme no la dejaron llamar a la ambulancia y le
dijeron que “si se metía iba a terminar mal”. El día en que falleció Guadalupe,
la testigo afirmó que estuvo en la casa hasta el mediodía, pero sostuvo que no
notó nada anormal. Al regresar, a las 17 hrs., fue, según su testimonio, cuando
se enteró de la muerte de la menor. Dos días después del hecho, regresó a
Mendoza.
Ante
la pregunta del Sr. Fiscal, Dr. Fernando Rodríguez, sobre los “baños” que le
daban a Guadalupe, afirmó que en varias ocasiones pudo observar que la
introducían desnuda en un tacho que se encontraba en el patio. Ante una consulta
realizada por la defensora de la
Sra. Videla, Dra.
Ibáñez, afirmó que “Guadalupe me contó que Riquelme le había agarrado la
mano y se la había colocado en las partes genitales”. Y que en varias ocasiones
pudo escuchar los gritos de Guadalupe cuando le pegaban.
Preguntada
por el tribunal sobre la razón por la cual no hizo una denuncia policial por lo
ocurrido antes de la muerte de Guadalupe, la testigo afirmó que “yo quería
hacer algo por ella, no se merecía lo que le hicieron, pero tenía miedo”.
Por su
parte, el Sr. Humberto Núñez, presunto padre de Guadalupe, de 74 años, sostuvo a
Débora la conocía del barrio, pero que tenían solo una relación de amistad, en
donde, según palabras del testigo, creció un sentimiento de cariño. Consultado
por la Dra. Sartor,
el testigo sostuvo que “la conocí a Débora cuando tenía alrededor de veinti y
pico de años”, pero, ante la aclaración de la Dra. Sartor, de que
Débora actualmente tiene 22 años, sostuvo que nunca le preguntó la edad, y que
la conoció siendo ya madre. “No se si me enamoré de Débora, no lo podría
precisar”, sostuvo, y aclaró que con Débora encontró un refugio, un apoyo, y que
con ella podía charlar y sentirse bien, pero afirmó que “hace por lo menos diez
años que yo ‘no puedo funcionar’”. Además, agregó que siempre que podía la
ayudaba económicamente, pero que lo pasional era solo de palabra, ya que “nunca
pasó nada carnal con ella”. Consultado por su presunta paternidad con respecto
a Guadalupe, afirmó que “tiene mil dudas”.
Por
último, el Tribunal llamó a un cuarto intermedio, por lo que el debate oral,
continuará el día de mañana, a las 9 hs.
Informe
de Prensa Nº 1613 San Luis, 27
de noviembre de 2012
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